Me llamo Ka,
he vivido en tres ciudades, ocho casas y cuatro hogares compartidos.
Creo en los instantes que viven para siempre y en las emociones liberadas.
Me gustan los paseos de libros.
Me mueve el asombro de un niño.
Me río sin preguntarme porqué. Vivo una vida sentida.
El café, solo. Las personas, de acero inolvidable.
Confío en el poder de las palabras.
Padezco de desenfreno sentiverbal.
Mido la distancia en letras y estoy a solo diez de ti: